viernes, 17 de abril de 2015

16. Zarina me visita

    El período de entrenamiento se acercaba a su final.
    En una campaña de aquellas que nos agradaba por lo emocionante, una de las finales, los reclutas debíamos asirnos a unas elevadoras y desde ahí iniciar a disparar sobre blancos en tierra, pero algo sucedió. Según el informe, la nave elevadora, era de esas pequeñas para 30 personas, tuvo una inusual falla en sus sistema de servos lo que la hizo colisionar con otra, así que algunos de los reclutas, entre esos quien relata esta historia, perdimos el equilibrio y caímos, aunque los equipos elevadores portátiles permitieron salvarnos de la caída.
    Después de este terrible incidente empecé a notar tensión en este grupo de reclutas. Una sensación de desagrado hacia mí, aumentada por los chismes sobre ser un "mala suerte" avivadas por los dos rufianescos "secretarios" del jefe, el cual notamos que se ausentó varias veces, lo que me daba un respiro, incluso cada cierto tiempo otro jefe instructor quedaba a cargo de nosotros y este además de mayor rango (algo inhabitual para un campamento de entrenamiento), se le notaba no congeniar con el capi-capo. Años mas tarde supe que le habían abierto un sumario sobre estas muertes y las acusaciones de Alfen, refrendadas por la declaración de Antártico y otros reclutas sobre su luctuoso comportamiento. Pero como tenía muy buenos familiares, especialmente en el partido político dominante en esa época, logró soslayar esas acusaciones. Aunque todos supimos que este sería su último trabajo en la milicia. Había "decidido" retirarse (lo retiraron). Además Milashka, la cual creía que este miserable estaba tras el extraño "accidente" de su Antártico, porque para ella este fue el causante de ese incidente oscuro, en dos ocasiones ella se atrevió a encararlo y él, como un cobarde se quedó callado, no sabíamos en ese momento que Milashka por parte de madre tenía altos contacto en la "familia militar".
    Por tres ocasiones hubimos que declarar sobre el comportamiento de este miserable, a lo cual, expresé mi lamentable opinión, pero me extrañó que a ninguno nos molestaran por darla.
    Pero en el campamento sentía esas miradas como si fuera responsable de algo ¿de qué? Talvez fuera una superstición de mis compañeros, pero en sus mentes asociaban mi presencia con algo terrible: MALA SUERTE.
    - "Vean como sus dos amigos murieron y a él no le ha sucedido nada y a nosotros casi nos matamos por estar a su lado en el entrenamiento". Incluso cuando me tocaba días de salida, estaba solo, nadie se atrevía a invitarme y notaba que cuchicheaban sobre mi y ella. . . mi linda Mystysiva.
    Recuerdo que fue la Milashka quién se acercaba a conversarme especialmente sobre Antártico y de soslayo inquiriendo sobre Mystysiva.

-Cómo recuerdo a Antártico -creyendo que su conversa conmigo lo acercaría a su fallecido compañero.
-¿Por qué me agredís?
-¿A qué te refieres cadete A****? Yo solo te cuento cómo me siento −Como era joven no entendía que ella solo quería desahogarse con alguien, pero personalmente pensaba que intentaba agredirme acusándome de ser autor involuntario de atraer la “mala suerte” por lo sucedido a su amado Antártico.
-Perdón, solo pensaba que estabas en mi contra. .  .como ellos −mientras mi mirada se dirigía a dos grupos de compañeros charlando jocosamente y yo sentado sin nadie a mi lado.
-¡Ah! Ya, está bien, tienes razón -mientras fumaba uno de esos novísimos cigarros de marihuana estabilizada y nos quedábamos callados varios minutos.
-Cómo la conocistes? -el tono de la pregunta, como si fuese un pecado conocer a ese ángel me molestó
-¿Conocer a quién? −mientras ella me enviaba su mirada inquisitiva contra mi estúpida o irónica respuesta−
-¿Por quién crees que te pregunto? Por ella: M.y.s.t.y.s.i.v.i.t.a.
-Como todos conocemos a nuestras parejas: las circunstancias.
-Disculpa Xxxxxx (ahora usaba el diminutivo cariñoso de mi nombre para lanzar su diatriba anti-Mystysiva− ella no parece apropiada para ti, tú eres muy joven.
-Tengo más edad que ella.
-Sip, pero emocionalmente ella te supera y es C.A.S.A.D.A −esto me molestó me lo recordara.
-Sabe compañera Karen, debo preparar algo, buenas tardes.
-Lo siento no es mi intensión por favor.
    Así ella me importunaba y no se por qué tratando de darme a entender que mi amor Mystysiva no era para mi.
-Hace días que no te llama, ni viene a buscarte cuando sales libre ¿te das cuenta que tengo razón? ella es casada.
    Otro día se me acercó y con otro recluta se pusieron a conversar y cuando este se retira inicia su charla conmigo, al final un extraño ofrecimiento:
-Xaxx ¿te gustaría conocer otras chicas? Si quieres te presento a varias amigas.
-No soy atractivo ¿no ves mi baja estatura?
-No importa eso de tu estatura, necesitasss conocer compañerasss, sippssss −ahora su conversa me agradaba y dejé siguiera−  aquí tengo unas primas.
    Activó su portátil holográfico de su brazo, ya que a ella le habían implantado uno a los 15 años, mientras a mí recién al terminar el campamento me implantarían ese sistema de comunicaciones y holografía.  Varias jóvenes aparecían, pero en un momento una imagen se le traslada y era una linda morena de grandes ojos y pequeña estatura. En esos momentos ella le respondía, así que Milashka me presentaba.

-¿Esa quién es?
-Esa es mi  hermana menor, pero tiene noviosss.
-Mmm. . . bonita ella −no puedo evitar delatar a unos lindos cabellos azabache, una fina nariz y ojos negros grandes.
-¿Quieres venir a nuestra casa para conocerla?
    De repente un vehículo elevador pasó y desperté, desperté de mi trance y me acuerdo de mi linda Mystysiva:
-¡No! Tengo compañera -mi tono de respuesta es violento.
-Está bien, OK.

    Esa semana hubo salida por fin de semana y ella, quien había estado muy lejana debido a su obvio estado civil domiciliada en otra lejana ciudad, ahora llegaba a verme. Recuerdo que alquiló uno de esas nuevas casas apartadas construidas sobre tierra. Era la moda en construcciones. Esta vez noté que había cambiado su atuendo y su peinado y maquillaje. Parecía una dama elegante, no era la joven, la linda y jovial lola, la adoslescente agresiva y juvenil, usaba uno de eso elegantes sobreros de moda, muy bonita, me recordó a una zarina rusa.
-Pareces una zarina.
-Sí lo soy, soy tu zarina soviética.
-Xaxxxxsss, porque estar nerviososss -ella notó mi pesadumbre
-Hey Mystysivitasss, tengo problemas, me causa desagrado ese lugar. Hay cosas desagradables. Me siento mal ahí, ya te lo he contado tantas veces.
-Cuéntamelo de nuevo.
-No puedo Mystysiva, estos problemas me son muy difíciles, no estaba acostumbrado a esta presión, vivía encerrado en mi casa y protegido por mis abuelos ¡pero aquí estoy solo!  ¡Abuelos, abuelos! ¡Papás, mis papás!
    Creo que por primera vez ella notó que no bastaba su cariño, sus mimos para ayudarme. Su amor era insuficiente para mi problema.
    Sí, un problema mayor para una mujer, pero no para un demonio, para esos esto no era nada.
-¡No, no y no! -Tú no entiendes de esto  −le advertía con mi ingenua actitud de “hombre adulto”.
-Pero de nuevo ese orgullo de no contar tus problemas.
-Es que son cosas de hombres.
-Sí claro, cosa de "hombres"-mientras sarcásticamente decía esa frase- Lo sabré igual Xxxxxxssss.
-Es que me siento mal, siento que soy incapaz de ayudar a mi compañeros, igual que fui torpe de ayudar a mis padres, a mis abuelo cuando falleció de cáncer, a mi abuela cuando quedó enferma de la mente y no la ayudé, a mis tíos que fallecieron y ni siquiera asistí a su funeral ¡No soy capaz de ayudar a nadie!
    Recuerdo que a ella nunca le agradaron Alfen ni Antártico: "Amor esos tipos no debieran ser tus amigos. Me son antipáticos" −esto porque ella presentía que no confiaban en ella.
    −Si Xxxxxxx, ya no te preocupes, tu Mystysiva estar contigo siempre, siempre −mientras su cuerpo abrazaba el mío− piensa esto: en 56 días mas será la luna nueva ¿verdad?
-Sí, sí, hay dos lunas nuevas.
-Imagina que a la segunda habrán desaparecido tus temores -su ternura era tan efusiva.
-¡No puedo imaginar fantasías así Mystysiva, estos son problemas serios para mí!
-Solo imagina eso ¿ya? Entonces espera y verás quién tiene razón, solo 56 días mas y habrá pasado tu oscuridad -mientras su expresión de profunda ternura aminoraba mi dolor.
-¿Pero que crees que pueda suceder y ayudarme?
-Rezaré a mi santo, tú sabes, San Patricio.
-Ha, ha, ha Si, ese santo. Esos santos patronos.
-Ya lo verás amor mío ¡Ah! Y tengo una noticia algo triste para ti.
-¿Qué noticia?
-Estaré un mes sin verte, talvez solo te pueda llamar, ya sabes que tengo otra vida. . . -me entristecí al recordar su matrimonio-pero no te preocupes, solo será un corto tiempo, tú ya sabes, hay veces en que me desaparezco.
-Si recuerdo esas desapariciones tuyas, pero te necesito tanto, tanto -mientras la abrazaba sin soltarla, como queriendo cobijarme en sus brazos para protejerme de esta vida de asco que me estaba tocando vivir.
-Solo espera 56 días y habrás terminado, te lo prometo -mientras su dulce piel acariciaba mi cabeza.