jueves, 2 de enero de 2014

04. Observad su nombre



            Tiempo que transcurre, la vida dura de un agorafóbico aumenta, a medida que pasa el tiempo encerrado. Y peor aun cuando vives con un ser desquiciado, con tu abuela enferma de la mente, solo, sin alguien que te acompañe durante sus ataques, sus rabietas de terror. Es como una cárcel, un encierro a muerte, donde no quedan esperanzas, donde se sufre sabiendo que nunca saldrás, excepto para terminar en la calle mendigando, mas aun cuando aquel que está a cargo de abuela y de ti es un vil sinvergüenza que roba los créditos que dejara tu abuelo para la manutención de abuela enferma y nieto igualmente enfermo. Así los terribles avatares de la vida diaria impedían dedicar tiempo a saber qué había sido de aquella joven.
            ¿Cuál sería su nombre, dónde viviría?
            Siempre la recordaba. Pero en la red conocía otras chicas, aunque solo conversar y de repente usábamos el hológrafo para darnos alguna caricia en la cara, pero este era un hardware muy básico, carente de buena sensibilidad.
            ¡Ah! y por supuesto mis visitas a Happygirlweb.
            Talvez quise olvidar y así me pareció sucedería. Pasó el tiempo, las estaciones, los años, mi deterioro psicológico aumentaba y mas me encerraba en mi hogar. Ni siquiera una novia, nada.
            Era como si un lindo espíritu, un ángel de bondad, de alegría de ciencia divina hubiera pasado por mi casa y hubiese dejado un suave perfume, una esperanza divina que con el tiempo se iba extinguiendo. Así fue como empecé a olvidarme de ella, salvo cuando miraba esas lindas imágenes suyas de cuando tendría unos 17 años, según presumía, "Mystysiva, Mystysiva", el sueño de un espíritu. . .un espíritu romántico (aunque detrás de su maliciosa sonrisa se escondía Lucifer).
            Algunas ocasiones buscaba en la red actual por si la encontraba, su apodo no era lo suficiente para captar mas datos de ella ¿Cómo se llamaría? ¿Dónde viviría? Solo sabía que era compatriota mía por su forma de escribir y una imagen de aquellas suyas mostrando hacia la cordillera. Talvez estudiaría para Médico en Veterinaria. Eso pensaba.
            Aquella época el país todo estaba revolucionado, era el período de la "Expansión", el eufemístico nombre dado por nuestros países de esta parte del continente para unirse y salir mediante la fuerza militar, económica y política, a conquistar otros territorios para obtener de ellos oro, plata y demás bienes tecnológicos, muy necesarios para la Expansión.
            Todos los jóvenes, muchos, iban al servicio militar, incluso aquellos que jamás un ejército cuerdo sería capaz de dejarlos dentro, ahora se enrolaban porque se necesitaban 10 millones de soldados, y mi país contaba con pocos habitantes para mantener una fuerza de 1 millón de soldados, el resto de los países vecinos aportaban otro tanto. Usando de alguna ayuda, la esposa de mi tío del Sur logró me entregaran un certificado médico dándome como de problemático carácter o algo así, y sí que lo era como para estar enamorado de una ilusión. Pero además quedaba como quien atendía a mi abuela enferma, eso por el momento evitaba la vergüenza.
            Pero me sentía mal, muy mal moralmente porque además de mí muy pocos se negaban a efectuar su alistamiento militar. Algunos grupos religiosos, otros con problemas de "conciencia" y obviamente los muy inválidos (entre esos estaba yo), y los habituales cobardes, aunque estos eran poquísimos, y la razón principal es que la paga por pertenecer a este ejército era muy buena si a uno lo destinaban al extranjero, los créditos eran cuantiosos, con estar cinco años te podías pagar la mejor universidad del planeta o comprarme una hermosa y exclusiva casa o 100 hectáreas de la mejor tierra. Por ello los jóvenes se alistaban, incluso empujados por sus familiares para obtener tal recompensa ¿Y si morían? la paga que se les entregaba a su padres era el triple de la que recibirían por los 5 años de permanencia en el extranjero.
            ¡Imaginen la riqueza obtenida por ser soldado o funcionario del servicio al exterior!
            ¡Cómo anhelaba estar ahí!
            En lo personal anidaba con todo mi corazón ingresar al ejército, pero no podía, mi agorafobia era mas fuerte y el estar en contacto con otros me aterrorizaba, pero sentía que necesitaba créditos para atendieran a mi enferma abuela, ya que el individuo a cargo de nosotros nos robaba lo poco que nos dejara nuestro abuelo y nos desatendía. Solo este tío que vivía al Sur era quien agregaba a nuestros gastos para evitar mas inopia.
            Pero cuando padeces agorafobia ya sabrán que es un demonio temible que te esclaviza sin piedad al encierro.
            Así las primera campañas militares donde participaba nuestro país, junto a otras zonas vecinas, todos unidos contra enemigos comunes, las hube de observar a través de la Red: las agresiones políticas, económicas, gestos de países y continentes enteros unos contra otros, guerras económicas, al final la guerra misma, con ejércitos envueltos en violencia, pero esa guerra no nos afectaba a nosotros, en mi país nunca un ataque enemigo, jamás una nave militar enemigo tuvo la suerte de atacarnos por aire o espacio, solo en Brasil sufrieron 13 ataques, uno de ellos, el mas mortífero fallecieron unas 2 mil personas, pero lejos de desanimarse, la población aumentó su ira y ya ni siquiera era necesario arengar a la gente para incitarlos a la guerra: todos querían ir al frente, las masas estaba aleonadas, por ello nuestra coalición sentíase invulnerable, pues a los demás continentes les era muy difícil enviar sus máquinas de guerra, pero a nosotros nos era muy fácil enviar las nuestras, atacarlos e invadirlos. Al segundo año de la guerra cinco millones de soldados desembarcaron hacia el NE, fallecieron doscientos mil, otro tanto quedó malherido, pero el resto se desparramaron por el antiguo continente y pasaron a controlar un territorio riquísimo con mas de 400 millones de habitantes.
            Ante tanta euforia no podía abstraerme de aquellos tiempos y quería ingresar a las fuerzas militares, pero veía a lo lejos como un presidiario desde su cárcel a los antiguos ex-compañeros de la enseñanza primaria, algunos convertidos en oficiales, otros en médicos, profesores, soldados, funcionarios civiles, técnicos y todos sirviendo dentro de las zonas ocupadas por nosotros ¡Cuánta riqueza recaudaban para mi país y para ellos!
            Calculaba que si estuviera cinco años, tendría para tener asegurado mi futuro y el de mi abuela por veinte años.
            ¡Imaginad la riqueza obtenida! ¿Y si me mataban? mi abuela recibiría el triple de esa cantidad.
            ¿Se dan cuenta porqué tantos se alistaban?
            Pero ninguna fuerza divina podría ayudarme.
            ¡Cómo es posible que no ingresara al ejército!
            Si Dios fuera bueno me diría: "Ve, anda ingresa, te ayudo y estaré feliz seas soldado o civil colaborador con ellos en esta guerra (por dinero, por oro, por poder)".
            Ese era el ambiente externo a mi vida personal.    Así la vida continuaba y yo me hundía mas y mas en la miseria de sentirme un miserable, un FRACASADO, casi un truhán, un cobarde. . . y falto de amor sentimental, de Mystysiva, mi falsa ilusión.
            Me sentía solo sin una compañera sentimental con quien sobrellevar esta tremenda responsabilidad de vivir con una persona demencialmente agresiva como mi abuela.
            La única alegría que disfrutaba era una ocasional conversa con una joven linda, hermosa, pero comprometida, llamada Trendii, la cual habitaba en una ciudad al Norte. Muy bonita, similares facciones a ella, aunque estaba de novia y solo me miraba como un amigo vía Web, seguramente para entretenerse mientras su pareja prestaba servicio en el extranjero. El estaba adscrito a la marina en la zona asiática y le contaba de primera mano a ella lo que sucedía en esos lugares.
            Así era mi triste vida. Todos yendo a regiones del extranjero, obteniendo grandes ganancias (incluso en oro) y yo encerrado viviendo mi vida con demente y agresiva abuela y estafados por ese buitre tío.
            Y ocasionalmente, cuando tenía algún crédito, compraba alguna happygirlweb con alguna chica para tener sexo, usando mi hológrafo.
            Ya habían transcurrido cuatro años, terribles cuatro años de encierro. Un día como tantos otros revisaba algunos archivos míos y encontré aquellas lindas fotos de Mystysiva, aun recordaba a esa linda joven ¿qué sería de ella, donde estaría, vivirá en el Sur, el Norte, habitará cerca mío? Talvez se haya ido al extranjero. No lo sé. Imaginaba que estudiaba estudios superiores ¿Y ella? ¿Estaría en mi país? ¿Estará soltera?
            Había obtenido un nuevo programa, el cual permitía desbloquear los transceptores de privacidad y acceder a los archivos de la antigua Web, en la cual esa vez no se me ocurrió buscar equivalencias de imágenes estáticas como aquellas de Mystysiva que alcanzara a guardar.
            Ahora con este programa ingreso a dicha Web antigua y usando un viejo buscador de imágenes estáticas llamado Googledark, uno de los últimos aparecidos, esos que nacieron para la entonces llamada Deepweb, cuando esta aun era estigmatizada aunque ahora era LA Web de todos, pero que funcionaba muy bien en la antigua WEB; procedo a la revisión de unas imágenes. Accedo a esa añeja, pero emocionante zona que mis ancestros disfrutaron y aquella donde encontrara sus archivos hacía cuatro años.
            Selecciono una imagen suya, no acierta, otra de una paloma la acerco al visor y ¡zas! Una imagen relacionada con un portal y en él otras similares fotos suyas aparecen, y junto a ella, su nombre, su dirección, sus datos. Busco y busco imágenes, reviso páginas de la red, aparecen holografías suyas ¡está allí! ¡AQUÍ VIVE Y CONOZCO SU VIDA ENTERA!
            Esa mañana algo golpeó mi corazón, mi alma, no podía pensar bien, mi mente estaba obnubilada  por esto.
            Aquella linda joven que cuatro años atrás parecía tener 17 años actualmente tenía 19 y recién el año anterior había dejado su enseñanza media. Aquella edad que precede a la adultez, que prepara a los hombres y mujeres para ser el intermediario entre el niño y el adulto.
            ¡GRACIAS! ¡LA HE ENCONTRADO! Era de mañana eso 9 de un domingo de Septiembre cuando sucedió aquel acontecimiento.
            Su nombre era XXXXXXXXX  XXXXXXXX, pero me quedé con su seudónimo: Mystysiva.
            Ya todo estaba despejado, por fin conocía aquella linda dama y no solo aparecían las fotos de su cerrada página, además otras en la cuales apreciaba aun mas su atractiva mirada, esa perturbadora mirada hermosa, insolentemente intrusiva, arrogantemente agresiva.
            Una página de la actual Web donde posteaba sus hologramas ¡Qué hermosa era!
            Algo nublada mi mente por este notable descubrimiento mi corazón volvía a latir por ella con una tremenda intensidad.
            Ahora sabía que ella estaba casada, en esos cuatro años tuvo novios y uno era su esposo, recién casados, pero no me importaba, no me molesté en pensar en él, solo en ella, como si mi mente hubiese quitado la imagen de ese sujeto y la sintiera soltera, sola, juvenil como una joven libre aun. Como una joven de quince años.
            ¿Pero cómo la contactaría ahora, qué excusa le daría para entablar amistad?
            Siempre he pensado que si alguna habilidad tuve es la de escribir y eso hice: lindas palabras, una pequeña semblanza de lo que imaginaba era ella se dibujó como una obra maestra de la escritura, escribía mientras veía su linda imagen estática de esa foto con esos intensos y brillante ojos que parecían atravesar lo mas profundo de mi alma y  conocer su interior. Si hubiera conocido el terror de la verdad, habría notado que detrás de esos bellos y atractivos ojos, de aquella mirada había ¿un ángel? ¡NO, NO, NO! Era un verdadero leviatán que usaba su hermosa mirada para atraer, sus lindas cabellos dorados y facciones para seducir y su comportamiento para intentar asesinar la alegría de otros seres.
            Aquel día muy emocionado me dije:
            "Sé su dirección, le escribiré, si no me contesta, o me cierra el acceso a su página será lo mejor porque así todo sentimiento romántico que haya sentido por ella se desvanecerá y será como si nunca hubiera sabido de ella". Pero ¿y si contestaba? Daba por hecho que me cortaría el acceso o me dedicaría un par de imprecaciones para que no volviera a fastidiarla, eso creía, eso debiera haber sucedido, pero. . .
            Aquella semana que se iniciaba pasé conociendo toda su vida, incluso hasta llegué a sentir sus emociones sexuales que experimentaba a través de sus holográficos archivos que le encantaba subir a la Red con sus novios, es que podía fijarme en esos pequeñísimos detalles que el común de la gente no, porque al pasar encerrado uno adquiere la capacidad de evaluar bien los detalles de hechos, cosas, situaciones, algo que el común de la gente normal no percibe y menos evalúa.
            Yo sí, pero algo oscurecía mi vista, la vista de mi alma. Algo puso un velo negro que no podía percibir, algo muy oculto que en esas fotos y holografías expresaba mas que alegría juvenil, picardía sexual, infantilismo romántico, algo oscuro y soterrado, algo que solo una oscuridad malévola provoca.
            Esa hermosa mirada, esa angelical apariencia, esa forma de describirse, de describir su vida, sus amores, sus destinos, a su familia, todo estaba ahí, era tan evidente que ella era una niña transparente, diáfana de corazón ¿verdad? Sí, dirán Uds., nosotros tus lectores ya sabemos que estabas embrujado por el romanticismo y por ello no vistes lo que habrías visto si no te hubieras enamorado: aquella sonrisa infantil y tierna, era la malévola sonrisa erótica sexual de una joven que usaría el sexo para cautivar galanes, aquella linda frase romántica, era una mágica palabra de conjuro satánico para invocar oscuros señores de las tinieblas, esa hermosa pose elegante, era la soterrada insinuación para poseerte y derivarte a efectuar acciones malévolas, terminando en la cárcel o un psiquiatra que mediante medicamentos te dejaría con la mente mas perturbada y terminarías en el suicidio. Esa ropa tan linda que hacía juego con su bello cabello era un manto de combustible que te arroparía hasta que alguien encendiera el fuego.
            Esos labios hermosos, finos y bien delineados eran el paraíso que escupiría sarcasmos, y toda palabras de aberrante terror.
            Pero mi aturdimiento mental me impedía ver esto. . .

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